Cómo ser un infante y tener una vida interesante
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El Tío Billy.
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¿Amas a tu hijo y no paras de criticarlo?
Esto igual te interesa.
De pequeño, me crie en uno de esos barrios donde una de las instrucciones básicas era:
- Hijo, si ves una jeringuilla por ahí, no la toques.
Cuando era la hora de comer, tu madre sacaba medio cuerpo por la ventana y gritaba Alfredoooooooooo!!!
Un padre ausente, con adicciones, y una madre controladora y exigente.
Cuando uno es pequeño cree que lo que le pasa es normal. A mí, por lo menos, me lo parecía.
Me gustaba mucho jugar con un juego de electricidad que se llamaba “Electro L” y con los juegos de LEGO, que antes se llamaban Tente. Yo era muy creativo, pero mis padres no lo veían. Mi padre a lo suyo y mi madre achicando aguas con un cacito intentando que el barquito no se hundiera.
Y un buen día, con 7 u 8 años, mi madre me puso un acordeón encima. Iba a clase los lunes y los jueves. A los 10 me obligaban a tocar el acordeón en restaurantes y pasar el platito para llevar algún dinero a casa.
Y eso que no soy rumano!!! 🤣🤣🤣 (👈Chistaco!!!)
A los 15 ya era profesor de acordeón. Sacaba todo sobresaliente. Ganaba concursos y esas cosas que hacen que a tus padres les engorde el ego. Después hice la carrera de piano y empecé a tocar el contrabajo.
Me sentía solo.
Me crie en una familia humilde económicamente y muy pobre en expectativas.
Mi padre falleció y a mi madre la quiero con locura. ¿Hizo muchas cosas mal? sí, pero también muchas cosas bien que estaré eternamente agradecido. Me llevo muy bien con ella.
ESTOY HARTO DE ESCUCHAR A PADRES DECIR A SUS HIJOS, TODO EL SANTO DÍA, LO TORPES QUE SON EN LAS COSAS QUE SON TORPES.
¿Acaso tú no eres un perfecto inútil en muchas cosas y muy hábil en otras?... pues igual tus hijos.
Es lo que hay.
Educar a tu hijo es observar sus cualidades innatas, apoyarlas y acompañarle a que las potencie.
Acompañarle, observar, potenciar y abrazar su singularidad. Amar sus grandezas, sus torpezas y sus pataletas.
Con el tiempo he llegado a tocar con grupos como “La Orquesta Mondragón”, “Revolver”, “Radio Tarifa”, etc… he viajado y reído por medio mundo. He trabajado para entidades como el “Teatro Clásico Nacional” o el “Teatro de la Zarzuela”. También he compuesto música para cine, teatro…
En fin, estuvo bien y aprendí muchas cosas.
Peeeeeeeeeeeero…
Lo más rico, lo que descubrí, lo que me torció el culo sin esperarlo, lo que realmente dio sentido a mi vida, fue empezar a poner en marcha mis propios proyectos.
Con 35 años me bajó el trabajo y tenía unos pequeños ahorros así que decidí que lo mejor era apostar por mí, por mis fantasías y mis ilusiones.
Creé un espectáculo que se llamaba
“El Globo Feroz”.
Una sensación de bienestar, de sentirme en casa que yo qué se qué. Trabajaba en mi proyecto 10, 12, 14 horas al día y me iba a casa reventado de cansancio pero, con un regustillo de estar donde tenía que estar...
Más feliz que un jubilauta bailando los pajaritos en Benidorm.
Con una intensidad y un querer vivir que entendí que ese era mi sitio, mi hogar, mi lugar en el mundo.
¡¡¡Todo esto estuvo esperándome 35 años!!!
Y todo esto estaba dentro de mí.
Es difícil buscar dentro.
Pues con toda esta experiencia, la sensibilidad con el mundo de los niños que me ha dado tener una infancia jodida y, tras años con una psicóloga para poder encajar todo lo que me pasó, estoy trabajando en un nuevo proyecto ilusionante que se llama
"Cantos y cuentos para la mochila!
Un proyecto con el propósito de acompañar a los chavales a adquirir conocimientos, valores y hábitos saludables a través de la música, la magia y los cuentos.
Al final el puzzle encaja.
Al final todo tiene sentido.
Ah sí…
No te lo había contado.
Empecé a estudiar magia en la escuela de Tamariz cuando tenía 28 años y, desde los 38, empecé a ganarme la vida más como mago que como músico.
En teatros:
Y en cualquier sitio donde haya unos ojos para hacerlos brillar. Colegios, fiestas de niños, ayuntamientos...
Con casi toda seguridad, la experiencia de tus hijos no será tan difícil como la que tuve yo pero, acaso no te has arrepentido después de regañar a tu hijo alguna vez y has pensao "¡¡¡joder, la he cagao!!!.
Pues claro, es normal.
Y es cierto que la vida no es Disney, pero es lo suficientemente bonita como para no estar enredándose uno en cosas que no le importan.
¡¡¡Me gustaría que tus hijos se sintieran en casa como me pasó a mi!!!...
Encontrar su lugar en el mundo.
Los dos pilares fundamentales para que tu hijo crezca con confianza son:
1.- EL OPTIMISMO. La fuerza que motiva a tus hijos a crear un futuro positivo para sí mismos.
2.- LA RESILIENCIA. La capacidad de tus hijos para recuperarse cuando la vida les pone obstáculos en el camino.
Me gusta hacer reflexionar a los padres acerca de las relaciones que tienen con sus hijos.
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Identificar las fortalezas de tus hijos es fundamental.
Enfatizar en sus debilidades les hará más inseguros, torpes y atormentados.
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Que pases un gran día.
El Tío Billy.